En el círculo de la tabla,
bajo la santa espada,un caballero debe jurar ser fiel
a un código que no tiene fin,
interminable como la tabla redonda,
un anillo cerrado por el honor.
Un caballero ha jurado su valor.
Su corazón conoce sólo la virtud.
Su espada defiende a los desvalidos.
Su poder sostiene a los débiles.
Su palabra dice sólo la verdad.
Su ira acaba con los malvados.
La justicia nunca morirá
si queda un hombre para recordarla.
Las palabras no se olvidan
si una voz las pronuncia claramente.
El Código siempre resplandecerá
si un corazón lo mantiene brillante.
No mostréis temor, al enfrentaros al enemigo:
sed valientes y rectos para que Dios os ame;
decid la verdad, aunque os conduzca a la muerte
y proteged a los indefensos…
Este es vuestro juramento
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