SAN JUAN: NOCHE DE MAGIA

A las doce de la noche del 23 de Junio, traspasamos el umbral de un día a otro viviendo una de las noches más mágicas del año : La Noche de San Juan.
Toda una mágica tradición que se pierde en el tiempo y que hoy se sigue viviendo con gran intensidad para dar la bienvenida al verano.
Pero, ¿ cuál es el origen de esta bella tradición?
A continuación os dejo con un espléndido reportaje de Fran Recio, que nos trasladará al origen de esta fiesta, viajemos pues a través de estas líneas con él......


LA NOCHE DE SAN JUAN . MAGIA Y MÍSTICA

En la fecha de San Juan celebra el solsticio de verano, el nacimiento del Sol frente a la muerte de las tinieblas, no obstante, como en tantas y tantas fechas, la mayoría de quienes hoy celebran esta festividad han olvidado o nunca han sabido de sus orígenes, celebración con fuego como eje, hogueras y petardos rinden homenaje y culto al fuego, simbolizando el poder del astro rey.
Todo apunta al origen céltico de tal festividad y como es costumbre la Iglesia acoge como suya esta fiesta y le da un carisma religioso, pero sus verdaderos orígenes hay que buscarlos sin duda en el paganismo, en tiempos pasados en donde se veneraba a la madre tierra y los druidas, sacerdotes y maestros de antaño eran quienes poseían la sabiduría ancestral, no obstante, no me cabe la menor duda de que tampoco se conoce bien quienes eran estos señores denominados druidas, pues tal vocablo nos inspira conocimiento y magia, algo del todo real, sin duda alguna, pero estas personas sabias también realizaban sacrificios humanos y agoraban un supuesto futuro según las convulsiones de quienes morían en espantoso sacrificio.

En la noche más mágica y corta de San Juan, el fuego es objeto purificador, quienes creen en magia y tradiciones esotéricas se apresuran a realizar en esta noche sus rituales con objeto de obtener favores mágicos. Existe toda una amplia variedad de rituales para esta noche, sin embargo la mayoría se sintetizan en la petición de aquello que queremos que entre en nuestras vidas mediante la quema de los deseos por el fuego purificador, quien eleva nuestras plegarias hacia un mundo más sutil, en donde se recrean nuestros deseos como si de sueños se tratase y como sabiamente dijo Hermes, el tres veces sabio, “Como es arriba es abajo” así pues, una recreación en el plano sutil o mental tiende a producir por simpatía el mismo efecto en el plano material.

En tiempos pasados las cenizas purificaban los campos de cultivo y servían a modo de amuleto para que las cosechas fueran propicias durante todo el año.

También esta noche tiene un carácter notable de fecundidad, por lo tanto el ritual de sexo y fecundidad adquiere una mayor trascendencia en esta noche, es muy común el salto por encima de la hoguera de San Juan, aunque ya muchos hayan olvidado su significado o simplemente nunca lo hayan sabido, el deseo ha de pedirse durante el salto teniéndolo muy presente en la mente, esto según la tradición puede ayudar en las relaciones sexuales para no tener consecuencias no deseadas o al mismo tiempo para asegurarse la descendencia.

Pero sin duda,  gran parte de las culturas y tradiciones de antaño e incluso de nuestros días, creen que en algunas fechas señaladas del año las puertas que comunican nuestro mundo material con el mundo astral se abren, por lo tanto fecha y ocasión clave para desencantamientos y hechizos, los duendes y seres elementales salen de sus guaridas y se predisponen a acceder a los deseos de los humanos, son horas claves en las que es posible verlos, pero para ello será preciso la predisposición de nuestra mente.
También se cuenta que en estas fechas el demonio (si es que existe…) campa a sus anchas, más que en otros días, el rocío adquiere propiedades curativas, los venenos pierden eficacia y lo oculto se muestra.

El nombre “Juan” es místico por excelencia y lleno de misterio, un misterio que se desvelará a quien esté preparado para ello. En la festividad cristiana se celebra el nacimiento y no la muerte de Juan el Bautista,  pasando a ser  la noche del 23 al 24 de junio una fecha religiosa, pero a pesar de estos esfuerzos por tal cristianización, esta fecha sigue disfrutando del matiz mágico y pagano original.
Para todos aquellos que realicen en estas fechas algún ritual, es de suma, de total importancia diría yo, el dividir el ritual en dos partes, la de petición de entrada de aquello que deseamos y de la petición importantísima de todo aquello que deseemos salga de nuestra vida, pues no podemos adquirir cosas nuevas sin desechar lo viejo y dejar espacio. Otro tema importantísimo es no pedir con nombres propios, salvo el nuestro, pues nuestra libertad y deseo termina donde empieza la libertad de otra persona.

"Existe toda una corriente mística en torno al nombre de "Juan", Juan el bautista, el dios Jano... con toda una serie de concordancias, matices y simbología"

Día y noche ideal para pasarlo en todos aquellos enclaves considerados puertas dimensionales y en Catalunya tenemos varios de ellos, por ejemplo La Mussara, pueblo abandonado, cuna de leyendas y sucesos anómalos, no obstante si se pretende conectar con “ese otro lado” habrá que estar preparado para ello, sobre todo a nivel emocional.
En realidad la noche mágica de San Juan es la noche que va del 20 al 21 de junio, aun siendo este el momento especial para la conexión mágica, espiritual o cósmica, las puertas no se abren y cierran de golpe, por lo tanto con mayor o menor apertura están abiertas durante unos días.

Muchos magos, brujas y esotéricos marcan las horas más propicias para el ritual, pero hay que tener muy en cuenta que las horas mágicas no coinciden con las horas del reloj, las horas nocturnas son el resultado de dividir entre 12 el tiempo desde la puesta del Sol hasta la salida de este, así pues, las horas varían en minutos y no necesariamente una hora tendrá 60 minutos, lo mismo sucede con las horas diurnas.

La noche de San Juan, puerta abierta a otra realidad, momento de conexión.
Fran Recio (23-6-2012)