Los expertos en fenómenos extraños aseguran que Avilés es uno de los puntos de la región con más «actividad paranormal». David Madrazo, líder del grupo Gaipo, comparte con LA NUEVA ESPAÑA algunos casos que fueron objeto de investigación.
Cuando la ciencia no tiene argumentos, allí donde las investigaciones rutinarias no encuentran explicaciones y lo «oscuro» sobrepasa a la razón, el gijonés David Madrazo se encuentra en su salsa. A la cabeza del Grupo de Amigos de la Investigación Paranormal y de lo Oculto (Gaipo), Madrazo lleva años estudiando a conciencia la Asturias más misteriosa y recopilando informes detallados sobre fenómenos extraños que, a pesar de correr de boca en boca como la pólvora, raras veces ocupan titulares de periódico. Muchos de esos «expedientes X» tienen como escenario la comarca de Avilés, considerada por Gaipo como uno de los puntos de la región con más «actividad paranormal». David Madrazo -colaborador habitual de revistas especializadas como «Año Cero», «Enigmas» o «Más allá» y de programas televisivos como «Cuarto Milenio»- quiso hacer un repaso de los casos más destacados para LA NUEVA ESPAÑA.
- El extraño caso del niño del cementerio de La Carriona. El 18 de abril de 1917 tres niños de unos ocho años -Manuel Torres, Ángel Ovies y Agustín García Sánchez- jugaban en la plaza de la iglesia de La Magdalena cuando se les acercó un hombre de gran estatura, con una pequeña cicatriz en la cara y vestido con alpargatas encarnadas y una chaqueta color café. Les preguntó por la Suiza Española (una fábrica de lácteos de la época) y Manuel Torres -Manolín- fue el único que accedió a irse con el forastero. No sabía que se trataba de Ramón Cuervo, un indiano tuberculoso que había llegado del concejo de Llanera y que pasó a la historia del crimen como el último de los sacamantecas españoles. El niño fue hallado al día siguiente con la garganta abierta y desangrado en el monte de La Arabuya y ahora, casi un siglo después, se le relaciona con una serie de apariciones supuestamente registradas en el cementerio avilesino de La Carriona, donde está enterrado. «Hay muchos testimonios que cuentan que se les ha aparecido un niño que, en actitud desorientada, pide ayuda para encontrar a sus padres. Después desaparece y no le vuelven a ver», explicó David Madrazo. El líder de Gaipo asegura que este «es uno de los sucesos más interesantes de toda Asturias» y afirma que muchos expertos en fenómenos extraños se han interesado por el tema a nivel nacional.
- Presencias extrañas en un piso de Salinas. En algunas ocasiones los miembros del grupo Gaipo acuden a la llamada de particulares asustados tras haber experimentado episodios extraños. Una de estas actuaciones tuvo lugar en una vivienda de Salinas de reciente construcción. «Nos llamó una madre con dos hijos de cuatro y ocho años para decirnos que en su casa veía sombras, sentía presencias extrañas o puertas que se cerraban solas y notaba como se movían los objetos», aseguró Madrazo. Además, el hijo menor «parecía jugar y hablar con alguien», por lo que la familia le dio permiso a Gaipo para actuar. «Una de nuestras médium se sometió a una sesión de hipnosis y se constató que existía la presencia de dos entes protectores del niño. Al final llegamos a un acuerdo con ellos para que sus manifestaciones no fueran tan ostentosas», aseguró el responsable de Gaipo.
- Jarrones que vuelan y nichos que emanan sangre. Pocos lugares de la comarca encierran tanto misterio como un pequeño cementerio situado en una conocida localidad corverana. Los responsables del camposanto pusieron como condición para dejar trabajar a los miembros de Gaipo que no se desvelase la ubicación del cementerio y Madrazo y su equipo quieren cumplir su promesa. No obstante, merece la pena dejar constancia de los sucesos allí acaecidos. «Llegaron a nuestros oídos historias muy extrañas y lo curioso es que comprobamos que eran verídicas», explicó Madrazo. Según sostienen los investigadores, cuando una mujer queda sola en el interior del cementerio «se desencadenan fuerzas invisibles que las atacan, se cierran las puertas y el viento sopla con fuerza acompasado de voces y gritos». Después de haber recogido varios testimonios, los miembros de Gaipo constataron que durante la Guerra Civil, en el año 1936, el cura encargado de la parroquia fue ejecutado en el interior del cementerio y que fue una mujer quien le delató. «El ente se llama Enrique y nuestra sospecha es que se trata de un alma atormentada que no ha encontrado el descanso». Durante las sesiones de Gaipo en el cementerio se recogieron infinidad de psicofonías, algunas insultantes y violentas: «Que te den» o «salid de aquí». David Madrazo cuenta que en una ocasión, mientras caminaba entre baterías de nichos y panteones, un jarrón salió volando hacia él. «Se desplazó como unos cinco metros en horizontal». Algunos vecinos aseguran que de algunos nichos sale sangre y que la parte hermética de otros, habitualmente sellada por cristal, se llena de agua de forma inexplicable.
- Ranón, un hervidero de actividad paranormal. Los fortines de la Guerra Civil son lugares «con mucha actividad paranormal» y los que hay en la zona de Ranón no son una excepción. «Allí hemos pasado noches espeluznantes», relató David Madrazo, quien aseguró: «A simple oído se escuchan pasos, golpes y voces, sobre todo entre las doce y las tres de la madrugada». El equipo de Gaipo también recogió en Ranón innumerables psicofonías en las que se escuchas mensajes como «había vida» o «huid». «En la zona hay una transcomunicación muy fuerte -comunicación directa- nos dicen que son muertos, que están protegiendo la zona y nos nombran a los presentes», explicó Madrazo, que asegura haber vivido un fenómeno de telergia: «A uno de los investigadores le cayó una piedra justo al lado, lo hacen para que los dejes en paz», afirmó. Según Madrazo, los médium dicen que la zona está llena de almas buenas, pero regidas por un alma que las protege para que puedan superar las pruebas necesarias que les den el descanso eterno. Además, en Ranón también se han registrado fenómenos ovni: «En 1969 un piloto de avión fue testigo, junto a su tripulación, de algo insólito. Vieron un extraño artefacto durante cuarenta minutos que tenía unos 15 metros de diámetro y forma trapezoidal. Nunca se encontró explicación».
.- Una puerta a otra dimensión en Cancienes. Alertados por los vecinos, los miembros de Gaipo acudieron en su día al citado camposanto para investigar una serie de supuestas apariciones fantasmales y la presencia de diversos animales extraños en la zona. No consiguieron ver nada, pero durante su estancia en el cementerio de Cancienes tomaron unas fotografías más que misteriosas: «En una de las tapias se aprecia la figura de una niña con pelo largo con un extenso paisaje por detrás, es como si hubiésemos fotografiado una puerta a otra dimensión. La imagen ha sido analizada por varios expertos y nadie encuentra explicaciones lógicas», matizó Madrazo.
- Apariciones y bolas de fuego en la fuente de La Consolación. La fuente de la consolación, situada muy cerca de Nubledo (Corvera), también ha sido objeto de estudio por parte de Gaipo. Madrazo y su equipo recogieron varios testimonios en los que se relatan distintas apariciones en el entorno, una zona en la que existe una fosa común de la Guerra Civil. «Por ejemplo, un vecino, Iván Suárez, nos contó que su abuelo, hace medio siglo, se acercó a beber a la fuente y se encontró con una figura sólida que irradiaba luz. Distinguió la figura de un hombre, más alto de los normal, con túnica y pelo rubio que él relacionó con un ángel», señaló Madrazo, que añadió: «Suele ser muy habitual que en las zonas en las que se registran apariciones marianas también haya personas que aseguren haber visto ovnis, cada uno asimila los fenómenos extraños según sus creencias». No en vano, expertos en ufología aseguran que la fuente está emplazada en una zona declarada como «autopista de ovnis». Hace dos décadas también se registró en la zona «una misteriosa lluvia de bolas de fuego».
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