El
pasado 2 de Diciembre, los miembros del Grupo Gaipo acudían a un domicilio de
Gijón en la zona del Llano, con el fin de ayudar a una mujer en un caso de
poltergeist.
La
tarde se presentaba fría y gris, provistos del equipo necesario, los miembros
del grupo realizaban un ritual de protección antes de entrar en el hogar en
cuestión.
Una vez
en él, eran recibidos de forma cálida y acogedora por la mujer afectada, dos de
sus hijos y su nuera.
Se
llevó a cabo una entrevista inicial como toma de contacto con el problema en la
que la afectada nos informó de lo que estaba padeciendo:
Aproximadamente
durante casi un año llevaba siendo “acosada” por una presencia que se
manifestaba a través de ruidos, olores nauseabundos en diferentes estancias de
la casa, alteraciones en los aparatos eléctricos en forma de chispazos en la
televisión, e incluso agresiones de tipo físico tales como tirones de pelo o de
la ropa, así como la sensación de estar alguien sobre su pecho cuando estaba
acostada en la cama.
Previamente
sus hijos habían acudido con su madre a diferentes médicos especialistas, por
temor a que se tratase de algún tipo de dolencia o enfermedad, resultando todo
normal tras las pruebas llevadas a cabo.
Así
pues tras escuchar la problemática del caso, miembros del grupo equipados con
el detector de iones negativo, realizamos un barrido por las diferentes
estancias de la casa en busca de algún tipo de anomalía y tomando diferentes
fotografías. En las estancias donde la afectada notaba más ese tipo de
presencia se dejaron grabadoras activas con el fin de captar algún tipo de
señal, dejándolo todo completamente cerrado con el fin de no contaminar las
posibles pruebas, con ningún sonido ajeno.
Mientras,
el resto del equipo permanecía con la familia en otro rincón de la casa. Allí
la sensitiva del grupo con la ayuda del péndulo entró en contacto con dicha
presencia, descubriendo que se trataba de una persona a la que la afectada
conocía, con la que tenía cierto vínculo de amistad, se conocían o bien habían
coincidido en alguna ocasión.
Esta
entidad parecía encontrarse en tránsito y no era capaz de ir hacia la luz de
ahí que necesitase de ayuda para avanzar y su forma de reclamarla fuese a
través de esa fenomenología que la mujer estaba sintiendo, aunque en ningún
momento desease hacerle daño alguno.
Así
pues conociendo la naturaleza del problema, se procedió a limpiar cada una de
las estancias de la casa, así como a todos los allí presentes, con una mezcla
de inciensos especiales y a continuación todos reunidos en un estado de
relajación y concentración, procedimos a abrir un portal para permitir a esa
entidad avanzar en su camino hacia la luz.
Con la
ayuda de la sensitiva, de la energía de los allí presentes y de los
ultrasonidos se llevó el trabajo con éxito, permitiendo a ese ser espiritual
continuar su viaje.
Abandonamos
así el hogar con satisfacción del trabajo bien realizado y con la agradable
sensación de haber podido ayudar a aquella familia, que con su calidez y
agradecimiento así nos lo demostró.
Las
sorpresas llegarían luego cuando al analizar el material grabado pudimos
escuchar, sonidos de golpes de forma insistente, así como la voz de un hombre,
en la habitación donde dormía la mujer.
Y lo
más sorprendente y a la vez sobrecogedor, un terrible grito tras unos casi
imperceptibles susurros, recogidos en una de las habitaciones cerradas a cal y
canto y que venía a coincidir con el instante en el que se estaba llevando a
cabo la limpieza de esa habitación.
A
continuación os mostramos dicho registro de audio, para que lo escuchéis
vosotros mismos…
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