La investigadora británica Jenny Randles, que ha estudiado un buen número de sucesos de este tipo, denomina " Factor Oz " a la "señal" que antecede al salto instantáneo en el espacio o en el tiempo.Veamos algunos casos concretos:
En marzo de 1995, María Morales saltó en el espacio decenas de kilómetros tras escuchar una fuerte explosión a su derecha.
Conducía por la Autopista del Mediterráneo a la altura de Lorca, cuando, tras sentir el fuerte sonido, se encontró de frente con el cartel indicador de la salida sur que conduce a Alcantarilla, 60 kilómetros más allá de Lorca.
Unos meses después, en septiembre, Benjamín Padilla y su amigo Javier vivieron una experiencia parecida en Madrid. Eran las cuatro de la madrugada y se dirigían a Alcorcón por la N-5. Al llegar al desvío de San José de Valderas se introdujeron en un banco de niebla muy blanca.
Diez minutos después, se percataron de que estaban en el término municipal de San Agustín de Guadalix, a unos 55 kilómetros del lugar en el que había surgido la niebla.
AGUJEROS NEGROS EN NUESTRAS CALLES
Obviamente, lo más sencillo sería calificar los sucesos narrados anteriormente, como fantasías o errores de percepción de los testigos.
Sin embargo, la abundancia de testimonios y la similitud entre todos ellos, nos hace pensar que nos hallamos ante fenómenos reales.
En su magnífica obra Viajando en el Tiempo ( Martínez Roca 2002 ), la investigadora Jenny Randles plantea la posibilidad d eque estos casos puedan deberse a la formación de una especie de mini agujeros negros, los cuales actuarían como una suerte de punetes entre los universos paralelos postulados por la física cuántica.
Su presencia provocaría graves efectos sobre la luz, la gravedad, el espacio y el tiempo, tal y como sucede en este tipo de incidentes.
La teoría de Randles explicaría otra serie de casos todavía más desconcertantes, en los que los protagonistas aseguran haber protagonizado un " salto " temporal. Es decir, de repente se vieron en el mismo lugar en el que se encontraban, pero en una época pasada o futura.
Esto es lo que le habría sucedido a Natalia M. , una empresaria y madre de familia barcelonesa, que un mediodía, hace algunos años, se encontraba andando por el Barrio Gótico de la Ciudad Condal, uno de los cuatro barrios que componen el distrito de la Ciudad Vieja y el más antiguo de la urbe.
C/ Sant Domenéc del Call |
Algo más adelante, en el cruce de Sant Domenéc con la calle Sant Server, empezó a ver personas que vestían ropajes antiguos.
El investigador Manuel Carballal entrevistó a la protagonista de tan anómalo incidente, quien aseguró: " La ropa era rara, pero yo iba con prisa para reunirme con una amiga y tampoco me fijé mucho. Fue entonces cuando escuché los disparos(...) Bueno ahora supongo que eran disparos.
Yo al principio los interpreté como petardos o cohetes, o algo así. En ese momento no se me podía ocurrir que alguien estuviese disparando en pleno Barrio Gótico.
Fue entonces cuando vi un carruaje de caballos que venia a toda velocidad hacia mi.
Supuse que los petardos habían asustado al caballo".
A Natalia le dio tiempo de esquivar el antiguo carruaje, pero el caballo le golpeó con la herradura en su pierna derecha, causándole un gran moratón.
Pero sigamos su relato: " Salí corriendo con un susto de muerte. Imagínate, los disparos, la gente vestida de época, el carruaje que cais me atropella y el caballo que me golpeó en la pierna. Y hasta que no logré salir a la plaza de la catedral, y volví a ver gente vestida como en la actualidad, no me recuperé.
Pero cuando llegué a mi casa, la pierna me dolía mucho. Tenía un traumatismo importante en el lugar en el que me dío el caballo , y lo más curioso es que presentaba la forma de herradura".
Según el físico Stephen Hawking, infinitos universos paralelos se encuentran conectados por agujeros de gusano. |
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