viernes, 28 de diciembre de 2012

LOS EGREGORES

Un egregor es una entidad o espíritu de origen artificial, creado y alimentado por el poder y la energía de los pensamientos, las emociones y muchas veces la fé, que se hayan en el plano astral, el mental o el emocional, y obviamente, desde el astral pueden afectar al físico, mientras que en los otros dos pueden afectar a aquellos que los crean o mantienen. Por ello pueden ser creados consciente o inconscientemente, y pueden ser personales, grupales, colectivos, nacionales y mundiales. Los que han sido creados inconscientemente, debido a un cúmulo de sentimientos, como pueda ser ira, suelen tener una imagen abstracta, mientras que los conscientes, tendrán la forma que los creadores o los que lo mantienen imaginen.
La creación de un égregor puede tener muchos orígenes, y en la mayoría de casos, no se es consciente de que se ha creado uno. Estos egregores pueden ser manifestaciones de sentimientos muy fuertes que tenemos dentro, incluso emociones reprimidas, así como deseos o necesidades.


También pueden ser ideas surgidas de nuestra imaginación que han cobrado fuerza a través del deseo, o las emociones, en cuyo caso tendrán la forma que habíamos imaginado. Y obviamente, un égregor puede crearse consciente mente  sabiendo que son y cómo se crean, una persona puede desear e imaginar una entidad, y darle fuerza a través de un poderoso sentimiento, mucho deseo y/o algún procedimiento mágico o energético. También es posible que surjan no de una mente, sino de dos o muchas más.

 Ésto quiere decir que cuando muchas personas creen en algo, como por ejemplo, una deidad, aunque esa deidad no existiera realmente antes, ésta empieza a existir como un égregor que con cada creyente y adorador cobra tanta fuerza como un verdadero dios, por lo que puede ya considerarsele tal. No sería de extrañar que muchas (quizás todas) las deidades que existen tengan este tipo de origen, así como muchas otras clase de criaturas, por lo que determinar el verdadero origen de una entidad es complicado.
Un égregor existe mientras su creador o sus creyentes crean en él y lo recuerden, o la energía que los crea y mantiene, permanezca.


Eso último quiere decir que los egregores que representan sentimientos a gran escala como amor o ira, seguirán existiendo mientras haya alguien que los alimente con ese mismo sentimiento. También significa todo esto que un dios, un hada o lo que sea, cuyo verdadero origen sea un égregor, dejará de existir cuando nadie lo recuerde y nadie pueda creer en tal entidad. Quizás esta desaparición no es completa, y sólo se trate de una suspensión, como algo perdido en el tiempo-espacio, y si algún día alguien recupera alguna información, recuerdo o creencia en tal ente, este se active de nuevo.
Igual, aunque no sean egregores,  muchas entidades requieren del pensamiento y fé humanos para intervenir, contactar y/o habitar este mundo, y cuando tal cosa no sucede, tienen que volver su lugar de origen, o a otro lugar, o les pasará lo mismo que a lso egregores,que quedan suspendidos en el tiempo-espacio hasta que alguien los recuerde.



Un acto importante, que haya conllevado gran esfuerzo o haya intervenido la voluntad de mucha gente puede crear un égregor, que puede continuar desprendiendo la energía de tal acción incluso mucho tiempo después de que tal acto haya concluido.
Así mismo, un hechizo o ritual, en el plano astral es cómo un égregor, que en ocasiones puede permanecer tras finalizar ese hechizo, hasta que vuelva a ser usado, acumulando cada vez más energía. Ésta es la razón por la que cuando un hechizo es heredado en una familia, y usado por cada generación, suelen ser muy potentes.

Los elementales artificiales son considerados también egregores, llamados también egregores elementales, pues el poder básico que los alimenta es uno o más de los elementos.

Un égregor puede ser creado de cosas positivas, como amor, esperanza, deseos de ayudar a alguien... como creado de cosas negativas, como rencor, odio, ira, envidia, deseos de destrucción... 
También es posible determinar,si se desea, el tiempo o el límite de éste que tendrá un égregor (o un égregor elemental) para su existencia, el cual suele ser cuando acabe su tarea, pero tal cosa debería de hacerse durante su creación. En principio el creador del égregor debe de ser capaz de ordenarle algún cambio de la tarea, así como hacer que se disuelva, osea, que desaparezca. También puede que el creador determine que lo que desea es que viva por siempre. 
Si alguién es capaz, puede "matar" a un égregor ajeno, haciendo que este se disuelva, si era un elemental, hará que vuelva al elemento que lo sustenta. También es posible "robar" el control de un égregor o un elemental, introduciendo en su núcleo tu propia energía, y sustituyendo la del creador original, lo que hará que el égregor sea como creado por tí, pero esto no es tan fácil.

Sobre si un égregor tiene voluntad propia, es un tema díficil de tratar, pues varia mucho según ciertas características. Un égregor de nivel bajo creado para una tarea concreta no debería de tener voluntad, quizás si un égregor inconsciente vaga libre tendrá algo de voluntad, pero ésta ira dirigida seguramente ha actos relacionados al pensamiento o emoción que lo crearon. Cuando ya se trata de egregores que alcanzaron un enorme poder, antigüedad y polifascismos, como ocurre con los dioses de esta clase de origen, probablemente tengan ya una "voluntad" más libre."Fuente: Dany Taichi