Trisquel: Manifiesta el principio y el fin, la eterna evolución y el perpetuo aprendizaje. Facilita el equilibrio entre el cuerpo la mente y el espíritu.
Lauburu: Canaliza las energías que conforman el universo y la lucha de la luz frente a las tinieblas
Cruz celta: Es un símbolo de civilización, privilegio e inteligencia. Nos protege ante cualquier daño, sobre todo ante formas de opresión.
Triqueta: Talismán de origen celta que simboliza la vida, la muerte y renacimiento y las tres fuerzas de del universo: tierra, agua y fuego.
Nudo: Este símbolo era intercambiado por los amantes en señal de que su relación era para siempre.Representa el complemento, el apoyo y la fusión de la pareja.
Wuibre:Representado por dos serpientes entrelazadas entre si, quesimbolizan la fuerza de la tierra.Según dicen proporciona amor y poder al que posea este símbolo, siempre que no sea tocado por agua de mar.
Árbol de la vida: Representa el mundo de los espíritus. Para los celtas la naturaleza es importantísima. Gracias a ella, consiguen todo lo necesario para vivir. El árbol de la vida también representa el y la integridad de las aldeas. Sus ramas tocaban el cielo y sus raíces en el mundo de los muertos, el crann bethadh era sagrado, y se hacían muchas celebraciones bajo él, por eso los druidas lo pusieron en símbolos.
FUENTEhttp://tricia93-patripb.blogspot.com.es/2012/07/simbolos-celtas-y-sus-significados.html:
POZO DE ALMAS: Porque somos muchos los que buscamos la luz.....acompáñanos en el descanso eterno.
domingo, 29 de julio de 2012
ALERTA OVNI 2012
Un año más de la mano de nuestro compañero y amigo Joaquín Abenza, y a través de su programa de radio " El último peldaño", miles de almas de todos los rincones de España y otras partes del mundo, dirigíamos nuestros ojos al cielo con la ilusión de poder ver a nuestros hermanos de las estrellas y establecer contacto con ellos.
En Asturias desde un bello y mágico paraje, un punto secreto dentro de la comarca de sidra (conjunto de concejos de Nava,Biemenes, Cabranes, Colunga, Nava, Sariego y Villavisiosa)Dentro de un triángulo de 50 km donde grupos cerrados de personas llevan años siendo testigos de luces anómalas y trayectorias soorprendentes, que compartieron hace un par de años con sus testimonios para nosotros.
El grupo GAIPO, también era fiel a la cita fijada por nuestro amigo Joaquín, llenos de ilusión y en una agradable compañía disfrutamos de una maravillosa y mágica noche, que nos depararía agradables y enigmáticas sorpresas.....¡¡ Muchas gracias a tí Joaquín por reunirnos a tantos!!
Y como no...
¡¡ Muchas gracias a mis amigos del GRUPO GAIPO por permitirme compartir a vuestro lado una noche tan especial.!!
DAVID MADRAZO Y YOLANDA PEÓN ( GRUPO GAIPO) Y AMIGOS Aquí os dejamos la crónica de esa noche especial... |
domingo, 22 de julio de 2012
LA TUMBA DEL SEÑOR DE SIPÁN : LA CAPILLA SIXTINA AMERICANA
En 1987, en la costa norte del Perú, a 800 kilómetros de Lima, en el departamento de Lambayeque, se produjo un descubrimiento arqueológico que sorprendió al mundo: la tumba del Señor de Sipán. Una gran epopeya de la aventura arqueológica.
En esa época el país estaba sumido en una profunda crisis. El Sendero Luminoso, uno de los grupos terroristas más crueles del mundo junto con los Jemeres Rojos de Camboya, azotaba a la población con sus continuos atentados. Miles de personas abandonaron sus hogares y sus raíces en la sierra para vivir la franja desértica de la costa, entre los Andes y el Océano Pacifico. No tenían trabajo y sus condiciones de vida comenzaron a ser muy precarias cuando no miserables. Sin embargo, la tierra que pisaban escondía tesoros arqueológicos de incalculable valor.
En poco tiempo se incrementó el expolio de los lugares arqueológicos. Proliferaron las bandas de huaqueros, como llaman en Perú a los saqueadores de sitios arqueológicos. Todas las noches se destruían contextos funerarios, templos, santuarios y pirámides. Los marchantes y traficantes promovían el saqueo. Compraban las piezas que desenterraban los huaqueros por cantidades irrisorias de dinero, que se multiplicaba hasta alcanzar precios astronómicos en el mercado negro de coleccionistas.
Una noche, en la chichería de la pequeña aldea de Sipán, a unos 30 kilómetros de la ciudad de Chiclayo, dos policías de la Brigada Secreta Antiterrorista presenciaron absortos la fiesta que parecían celebrar los aldeanos. Todos bebían y reían como si les hubiese tocado la lotería. No entendían nada. Estaban allí porque una semana antes, un comando terrorista había tomado la aldea vecina. Ya entrada la noche, un joven se acercó tambaleándose a la barra con claros síntomas de embriaguez. Al parecer no tenía dinero para pagar su cuenta, pero deposito en el mostrador una pieza arqueológica de oro. Los policías le detuvieron inmediatamente.
No tuvieron que emplearse a fondo para que el muchacho les contara lo que ocurría. Una banda de huaqueros dirigida por un tal Ernil Bernal había saqueado una tumba muy importante en la huaca que lindaba con el pueblo. En Perú llaman huaca a los lugares arqueológicos, ya sean tumbas, santuarios o como en este caso una pirámide. Los policías registraron la casa de Ernil Bernal en la que sólo se encontraba la madre del huaquero. En la alacena de la cocina encontraron una bolsa de papel que contenía varias piezas de oro. Desde la comandancia de Chiclayo llamaron al arqueólogo Walter Alva, entonces supervisor de la zona y director del Museo Bruning de Lambayeque.
Lo nunca visto
El alijo lo componían un ídolo y dos cabezas felinas de oro y turquesas. Nunca antes se habían visto piezas así de la cultura moche. Una tumba muy importante había sido expoliada. Decidieron intervenir de inmediato. Cuando llegaron a Huaca Rajada, la pirámide que estaba siendo profanada, había más de 60 personas cavando y cribando la tierra. Tuvieron que disparar al aire para que la gente desalojase el lugar. Walter Alva, su colaborador Lucho Chero, dos estudiantes y dos policías se hicieron fuertes en el sitio arqueológico. Todas las noches había tiroteos. Los huaqueros instigados por los traficantes atacaban el lugar. Era difícil hacerles comprender que aquellos tesoros que desenterraban eran patrimonio de la humanidad, que a pesar de estar en su pueblo no les pertenecían.
Al parecer todo empezó por un conejo. En un recorrido de reconocimiento que realizaba la banda de Ernil Bernal en Huaca Rajada buscando lugares en donde excavar, observaron una madriguera horadada en la pared de adobe de la pirámide. Al construir su guarida, un "conejo arqueólogo" había extraído unas bolitas de oro. Estaban perforadas, sin duda eran las cuentas de un collar. Esa misma noche los huaqueros comenzaron a excavar en la madriguera. Tres días más tarde, habían llegado a la cámara funeraria de una tumba. Las vigas de algarrobo con las que los mochica sellaban los enterramientos habían conseguido, a pesar del tiempo, que el relleno no aplastara la sepultura. Los féretros allí enterrados hace unos 2.000 años se encontraban intactos. En sucesivas noches, con el mayor de los sigilos para no despertar sospechas en la aldea de Sipán, fueron extrayendo las piezas arqueológicas de incalculable valor. Pero, finalmente, los pobladores se enteraron y se presentaron en la pirámide. La banda de Ernil no tuvo más remedio que dejarles participar en el saqueo, aunque las piezas más importantes ya se las habían llevado.
Una noticia publicada en la prensa local de Trujillo referente a la venta clandestina de algunas de esas piezas por 80.000 dólares, hizo intervenir nuevamente a la policía; al parecer el expolio había sido más grande de lo que se pensaban en un principio. Junto con Walter Alva regresaron a la casa de los Bernal. En ese momento Ernil llegaba con una furgoneta. Le dieron el alto, pero el huaquero se dio a la fuga. Al poco era alcanzado por un certero disparo que puso fin a su vida. Según las declaraciones de Teofilo Villanueva, otro integrante de la banda de saqueadores, Eernil venia del campo, de esconder ocho sacos que contenían la mayor parte del botín. Desde entonces la gente de Sipán sigue buscando los sacos del tesoro.
La muerte de Ernil Bernal hizo que las hostilidades en la excavación de Huaca Rajada se recrudecieran. Walter y su familia fueron amenazados de muerte si no dejaban de excavar y permitían la entrada de los huaqueros, pero Walter y los suyos siguieron con los trabajos. Habían descubierto una tumban de grandes dimensiones, muy cerca de la que había sido saqueada. En la parte más alta del contexto funerario, la osamenta de un guerrero con los pies amputados podría ser el presagio de un gran descubrimiento. Posiblemente se trataba del guardián del mausoleo. Ahora no podían desistir.
Una pirámide moche.
Siguieron excavando y profundizando en la tumba, a golpe de pincel y espátula, al lento tempo de la arqueología. Un mes más tarde, en la primavera de 1987 se produjo el gran descubrimiento. Se trataba del primer gobernante mochica recuperado para la historia. El enterramiento contenía un personaje principal cubierto de ornamentos y emblemas militares de oro, plata y piedras preciosas, al que se comenzó a llamar 'El Señor de Sipán'. Junto a él, ocho osamentas de las personas que lo acompañaron en su viaje al inframundo atestiguaban la importancia de este alto dignatario. La noticia del hallazgo dio la vuelta al mundo, pues se trataba de la tumba más rica de América. Mientras duró la recuperación y restauración de las más de 600 piezas que componían el ajuar funerario, se acordonó la zona y los ataques de los huaqueros y traficantes cesaron.
16 tumbas
Meses más tarde, junto a la tumba de 'El Señor de Sipán' se encontraron los enterramientos de un sacerdote y de otro gobernante al que se llamó 'El Viejo Señor de Sipán'. Hasta hoy se han descubierto 16 tumbas en la plataforma funeraria de Huaca Rajada. Todas de personajes de la elite moche: gobernantes, sacerdotes, jefes militares, etc. Los tesoros recuperados se exponen el Museo de Tumbas Reales de Lambayeque, considerado como uno de los mejores de América, y en el museo del sitio en Sipán, que alberga las piezas encontradas en las tumbas 14, 15 y 16.
La cultura moche es una de las más atractivas del Perú. Se desarrolló desde el siglo I hasta el VII d.C. Los restos de sus construcciones de adobe nos hablan del alto nivel tecnológico al que llegaron. Edificaban por medio de bloques con juntas de dilatación para protegerlos de los movimientos sísmicos. Sus pirámides, aunque horadadas por el agua en las venidas del Fenómeno del Niño, todavía se mantienen en alto. Utilizaban millones de ladrillos de adobe; por ejemplo, la pirámide de Huaca Rajada se construyó con 88 millones de ladrillos, y la de Pampa Grande, con 122 millones. Los mochica convirtieron el desierto en un vergel gracias a la construcción de canales, muchos de ellos todavía en uso. Nunca se han superado las cosechas de maíz que obtenían. Aprovechaban los ríos que descendían de los andes para irrigar los campos antes de su desembocadura en el Pacifico. Vivian volcados al mar. Confeccionaban piraguas y balsas con totora, una especie de enea o espadaña, con los que realizaban largas singladuras. Sus canoas llamadas "caballitos de totora" todavía son utilizadas por los pescadores de la costa. Se pueden ver en pueblos como Huanchaco, Pimentel, Tumbes, etcétera.
Cerca de la ciudad colonial de Trujillo, 400 kilómetros al norte de Lima, una de las más bellas del país, se encuentran las Huacas del Sol y la Luna. Dos enormes pirámides truncadas situadas en una gran explanada, una frente a la otra, a 500 metros de distancia. En la del Sol era donde residía el poder político y administrativo. Es una gran mole de adobe de 43 metros de altura y una base de 228 metros de largo por 136 de ancho. La de la Luna, de 21 metros de altura, estaba dedicada a la religión. Los trabajos de excavación llevados a cavo por el arqueólogo Santiago Uceda y el restaurador Ricardo Morales, galardonados con el premio Reina Sofía a la restauración, han logrado recuperar el patio central de esta huaca decorado con murales y relieves policromados que muestran la cosmogonía del pueblo mochica. Este santuario está considerado como 'la Capilla Sixtina del arte moche'. En su altar mayor se han encontrado las osamentas de 40 guerreros sacrificados.
Los mochica no escribieron, pero plasmaron su mundo en la iconografía de la cerámica. Un lenguaje gráfico que documenta su entorno y pensamiento, y relata las más diversas acciones de su vida. A través de la cerámica, los arqueólogos e investigadores han logrado descifrar las singulares diferencias que determinan su manera de vivir, las creencias y la cotidianidad de este pueblo, en definitiva su concepción del mundo. Los alfareros gozaban de un estatus especial. Casi la totalidad de su trabajo era destinado a las ofrendas que acompañaban a los difuntos.
Curanderos, tejedoras, pecadores, campesinos, sacerdotes, guerreros, nobles, jefes militares, todos están presentes con excepcional realismo. Son famosas las figuras eróticas, que una vez más, evidencian el desarrollo cultural que alcanzaron los mochica.
Los mochica utilizaron el cobre intensivamente para fabricar herramientas, armas y ornamentos. El refinamiento al que llegaron en los trabajos de orfebrería es impresionante. La sutileza de las joyas engarzadas con turquesas y lapislázuli son de una belleza extraordinaria. Sólo un pueblo avanzado culturalmente puede llegar a realizar esos trabajos.
1.700 años antes que Europa
¿Cómo es posible que los mochica supiesen dorar el cobre, algo que en Europa se consiguió a finales del siglo XVIII mediante procesos de electrolisis? Lo cierto es que ellos lo lograron hace 2.000 años. También es asombroso que pudieran soldar los metales para confeccionar los ornamentos. Soplando con una fina pipeta concentraban la llama y elevaban la temperatura lo suficiente para poder soldar.
A unos 50 kilómetros al norte de Trujillo se encuentra el Complejo Arqueológico del Brujo, junto al pueblo de Magdalena de Cao. Aquí, En la primavera del 2004 tuvo lugar un importante descubrimiento: la momia de una mujer de la cultura moche, que vivió hace 1.700 años. Lo realmente sorprendente y único era que su ajuar funerario, integrado por emblemas militares, coronas y mazas de combate, la definía como a una mujer gobernante, la primera que se ha encontrado. Este descubrimiento ha cambiado por completo las teorías que había sobre el papel que jugó la mujer en las culturas precolombinas peruanas. Ahora se sabe que la mujer podía llegar a
ostentar el poder.
En esa época el país estaba sumido en una profunda crisis. El Sendero Luminoso, uno de los grupos terroristas más crueles del mundo junto con los Jemeres Rojos de Camboya, azotaba a la población con sus continuos atentados. Miles de personas abandonaron sus hogares y sus raíces en la sierra para vivir la franja desértica de la costa, entre los Andes y el Océano Pacifico. No tenían trabajo y sus condiciones de vida comenzaron a ser muy precarias cuando no miserables. Sin embargo, la tierra que pisaban escondía tesoros arqueológicos de incalculable valor.
En poco tiempo se incrementó el expolio de los lugares arqueológicos. Proliferaron las bandas de huaqueros, como llaman en Perú a los saqueadores de sitios arqueológicos. Todas las noches se destruían contextos funerarios, templos, santuarios y pirámides. Los marchantes y traficantes promovían el saqueo. Compraban las piezas que desenterraban los huaqueros por cantidades irrisorias de dinero, que se multiplicaba hasta alcanzar precios astronómicos en el mercado negro de coleccionistas.
Una noche, en la chichería de la pequeña aldea de Sipán, a unos 30 kilómetros de la ciudad de Chiclayo, dos policías de la Brigada Secreta Antiterrorista presenciaron absortos la fiesta que parecían celebrar los aldeanos. Todos bebían y reían como si les hubiese tocado la lotería. No entendían nada. Estaban allí porque una semana antes, un comando terrorista había tomado la aldea vecina. Ya entrada la noche, un joven se acercó tambaleándose a la barra con claros síntomas de embriaguez. Al parecer no tenía dinero para pagar su cuenta, pero deposito en el mostrador una pieza arqueológica de oro. Los policías le detuvieron inmediatamente.
No tuvieron que emplearse a fondo para que el muchacho les contara lo que ocurría. Una banda de huaqueros dirigida por un tal Ernil Bernal había saqueado una tumba muy importante en la huaca que lindaba con el pueblo. En Perú llaman huaca a los lugares arqueológicos, ya sean tumbas, santuarios o como en este caso una pirámide. Los policías registraron la casa de Ernil Bernal en la que sólo se encontraba la madre del huaquero. En la alacena de la cocina encontraron una bolsa de papel que contenía varias piezas de oro. Desde la comandancia de Chiclayo llamaron al arqueólogo Walter Alva, entonces supervisor de la zona y director del Museo Bruning de Lambayeque.
Lo nunca visto
El alijo lo componían un ídolo y dos cabezas felinas de oro y turquesas. Nunca antes se habían visto piezas así de la cultura moche. Una tumba muy importante había sido expoliada. Decidieron intervenir de inmediato. Cuando llegaron a Huaca Rajada, la pirámide que estaba siendo profanada, había más de 60 personas cavando y cribando la tierra. Tuvieron que disparar al aire para que la gente desalojase el lugar. Walter Alva, su colaborador Lucho Chero, dos estudiantes y dos policías se hicieron fuertes en el sitio arqueológico. Todas las noches había tiroteos. Los huaqueros instigados por los traficantes atacaban el lugar. Era difícil hacerles comprender que aquellos tesoros que desenterraban eran patrimonio de la humanidad, que a pesar de estar en su pueblo no les pertenecían.
Al parecer todo empezó por un conejo. En un recorrido de reconocimiento que realizaba la banda de Ernil Bernal en Huaca Rajada buscando lugares en donde excavar, observaron una madriguera horadada en la pared de adobe de la pirámide. Al construir su guarida, un "conejo arqueólogo" había extraído unas bolitas de oro. Estaban perforadas, sin duda eran las cuentas de un collar. Esa misma noche los huaqueros comenzaron a excavar en la madriguera. Tres días más tarde, habían llegado a la cámara funeraria de una tumba. Las vigas de algarrobo con las que los mochica sellaban los enterramientos habían conseguido, a pesar del tiempo, que el relleno no aplastara la sepultura. Los féretros allí enterrados hace unos 2.000 años se encontraban intactos. En sucesivas noches, con el mayor de los sigilos para no despertar sospechas en la aldea de Sipán, fueron extrayendo las piezas arqueológicas de incalculable valor. Pero, finalmente, los pobladores se enteraron y se presentaron en la pirámide. La banda de Ernil no tuvo más remedio que dejarles participar en el saqueo, aunque las piezas más importantes ya se las habían llevado.
Una noticia publicada en la prensa local de Trujillo referente a la venta clandestina de algunas de esas piezas por 80.000 dólares, hizo intervenir nuevamente a la policía; al parecer el expolio había sido más grande de lo que se pensaban en un principio. Junto con Walter Alva regresaron a la casa de los Bernal. En ese momento Ernil llegaba con una furgoneta. Le dieron el alto, pero el huaquero se dio a la fuga. Al poco era alcanzado por un certero disparo que puso fin a su vida. Según las declaraciones de Teofilo Villanueva, otro integrante de la banda de saqueadores, Eernil venia del campo, de esconder ocho sacos que contenían la mayor parte del botín. Desde entonces la gente de Sipán sigue buscando los sacos del tesoro.
La muerte de Ernil Bernal hizo que las hostilidades en la excavación de Huaca Rajada se recrudecieran. Walter y su familia fueron amenazados de muerte si no dejaban de excavar y permitían la entrada de los huaqueros, pero Walter y los suyos siguieron con los trabajos. Habían descubierto una tumban de grandes dimensiones, muy cerca de la que había sido saqueada. En la parte más alta del contexto funerario, la osamenta de un guerrero con los pies amputados podría ser el presagio de un gran descubrimiento. Posiblemente se trataba del guardián del mausoleo. Ahora no podían desistir.
Una pirámide moche.
Siguieron excavando y profundizando en la tumba, a golpe de pincel y espátula, al lento tempo de la arqueología. Un mes más tarde, en la primavera de 1987 se produjo el gran descubrimiento. Se trataba del primer gobernante mochica recuperado para la historia. El enterramiento contenía un personaje principal cubierto de ornamentos y emblemas militares de oro, plata y piedras preciosas, al que se comenzó a llamar 'El Señor de Sipán'. Junto a él, ocho osamentas de las personas que lo acompañaron en su viaje al inframundo atestiguaban la importancia de este alto dignatario. La noticia del hallazgo dio la vuelta al mundo, pues se trataba de la tumba más rica de América. Mientras duró la recuperación y restauración de las más de 600 piezas que componían el ajuar funerario, se acordonó la zona y los ataques de los huaqueros y traficantes cesaron.
16 tumbas
Meses más tarde, junto a la tumba de 'El Señor de Sipán' se encontraron los enterramientos de un sacerdote y de otro gobernante al que se llamó 'El Viejo Señor de Sipán'. Hasta hoy se han descubierto 16 tumbas en la plataforma funeraria de Huaca Rajada. Todas de personajes de la elite moche: gobernantes, sacerdotes, jefes militares, etc. Los tesoros recuperados se exponen el Museo de Tumbas Reales de Lambayeque, considerado como uno de los mejores de América, y en el museo del sitio en Sipán, que alberga las piezas encontradas en las tumbas 14, 15 y 16.
La cultura moche es una de las más atractivas del Perú. Se desarrolló desde el siglo I hasta el VII d.C. Los restos de sus construcciones de adobe nos hablan del alto nivel tecnológico al que llegaron. Edificaban por medio de bloques con juntas de dilatación para protegerlos de los movimientos sísmicos. Sus pirámides, aunque horadadas por el agua en las venidas del Fenómeno del Niño, todavía se mantienen en alto. Utilizaban millones de ladrillos de adobe; por ejemplo, la pirámide de Huaca Rajada se construyó con 88 millones de ladrillos, y la de Pampa Grande, con 122 millones. Los mochica convirtieron el desierto en un vergel gracias a la construcción de canales, muchos de ellos todavía en uso. Nunca se han superado las cosechas de maíz que obtenían. Aprovechaban los ríos que descendían de los andes para irrigar los campos antes de su desembocadura en el Pacifico. Vivian volcados al mar. Confeccionaban piraguas y balsas con totora, una especie de enea o espadaña, con los que realizaban largas singladuras. Sus canoas llamadas "caballitos de totora" todavía son utilizadas por los pescadores de la costa. Se pueden ver en pueblos como Huanchaco, Pimentel, Tumbes, etcétera.
MUSEO TUMBAS REALES DEL SEÑOR DE SIPÁN |
Cerca de la ciudad colonial de Trujillo, 400 kilómetros al norte de Lima, una de las más bellas del país, se encuentran las Huacas del Sol y la Luna. Dos enormes pirámides truncadas situadas en una gran explanada, una frente a la otra, a 500 metros de distancia. En la del Sol era donde residía el poder político y administrativo. Es una gran mole de adobe de 43 metros de altura y una base de 228 metros de largo por 136 de ancho. La de la Luna, de 21 metros de altura, estaba dedicada a la religión. Los trabajos de excavación llevados a cavo por el arqueólogo Santiago Uceda y el restaurador Ricardo Morales, galardonados con el premio Reina Sofía a la restauración, han logrado recuperar el patio central de esta huaca decorado con murales y relieves policromados que muestran la cosmogonía del pueblo mochica. Este santuario está considerado como 'la Capilla Sixtina del arte moche'. En su altar mayor se han encontrado las osamentas de 40 guerreros sacrificados.
Los mochica no escribieron, pero plasmaron su mundo en la iconografía de la cerámica. Un lenguaje gráfico que documenta su entorno y pensamiento, y relata las más diversas acciones de su vida. A través de la cerámica, los arqueólogos e investigadores han logrado descifrar las singulares diferencias que determinan su manera de vivir, las creencias y la cotidianidad de este pueblo, en definitiva su concepción del mundo. Los alfareros gozaban de un estatus especial. Casi la totalidad de su trabajo era destinado a las ofrendas que acompañaban a los difuntos.
Curanderos, tejedoras, pecadores, campesinos, sacerdotes, guerreros, nobles, jefes militares, todos están presentes con excepcional realismo. Son famosas las figuras eróticas, que una vez más, evidencian el desarrollo cultural que alcanzaron los mochica.
Los mochica utilizaron el cobre intensivamente para fabricar herramientas, armas y ornamentos. El refinamiento al que llegaron en los trabajos de orfebrería es impresionante. La sutileza de las joyas engarzadas con turquesas y lapislázuli son de una belleza extraordinaria. Sólo un pueblo avanzado culturalmente puede llegar a realizar esos trabajos.
1.700 años antes que Europa
¿Cómo es posible que los mochica supiesen dorar el cobre, algo que en Europa se consiguió a finales del siglo XVIII mediante procesos de electrolisis? Lo cierto es que ellos lo lograron hace 2.000 años. También es asombroso que pudieran soldar los metales para confeccionar los ornamentos. Soplando con una fina pipeta concentraban la llama y elevaban la temperatura lo suficiente para poder soldar.
A unos 50 kilómetros al norte de Trujillo se encuentra el Complejo Arqueológico del Brujo, junto al pueblo de Magdalena de Cao. Aquí, En la primavera del 2004 tuvo lugar un importante descubrimiento: la momia de una mujer de la cultura moche, que vivió hace 1.700 años. Lo realmente sorprendente y único era que su ajuar funerario, integrado por emblemas militares, coronas y mazas de combate, la definía como a una mujer gobernante, la primera que se ha encontrado. Este descubrimiento ha cambiado por completo las teorías que había sobre el papel que jugó la mujer en las culturas precolombinas peruanas. Ahora se sabe que la mujer podía llegar a
ostentar el poder.
NAMASTÉ
Namaste o Namaskar (नमस्ते [nāmāsāteā] en hindú y sánscrito; De la unión de sandhi entre nama y te es una expresión de saludo de Asia del sur originado en India, que se usa como cuando podríamos usar hola y adiós en nuestro idioma. Pero el significado es bastante diferente, sin embargo.
En sánscrito, na refleja una simple negación Maā señala al ego, refiriéndose al "yo" o al "mi". De esta manera nama significa "inclinación, homenaje, saludo reverencial, adoración a la verdad interna del otro", pero no refiriéndose a su ego. Te es el dativo del pronombre personal tvam, "usted". Una traducción literal de namaste es, de este modo, "un saludo reverencial a su interno".
El significado del saludo Namaste, sería bastante similar al otro saludo utilizado ampliamente en la tradición tántrica y yóguica: Om Namah Sivaya. El significado de Om Namah Sivaya sería algo así como: "me postro ante la Presencia de Dios en ti y en mi".
sábado, 14 de julio de 2012
LA CASA DE LA MUERTE : CASA MUSEO ÁRABE EN CÁCERES
Ubicado en la zona más monumental del casco antiguo de Cáceres, en la C/ Cuesta del Marqués, se alza la Casa Museo Árabe “Yusuf Al- Burch”, un viejo caserón de dos plantas totalmente restaurado para este fin, conocido popularmente entre los cacereños como “La Casa de la Muerte” por los fenómenos extraños y misteriosos que allí se han sucedido.
Todo comenzó cuando José de la Torre heredó dicho inmueble y tras comenzar las obras de rehabilitación del mismo encontró los restos de un palacete árabe. En ese momento decidió convertirlo en un museo, tarea que le costó 12 años hasta que pudo inaugurarlo por fin en 1976. Ángel de la Torre, hijo de José de la Torre y actual propietario del Museo, cuenta cómo al poco tiempo de instalarse allí con su familia empezaron a ocurrir fenómenos extraños e inexplicables que se intensificaron a partir del año 1984.
Los chicos, en sus declaraciones a diversos medios de comunicación, explicaban:
-"Escuchábamos ruídos de pisadas, como si fueran de pies almohadillados. Más
de una vez aquellas pisadas llegaban hasta la habitación donde me encontraba y
se acercaban a la colchoneta parándose a mi lado. Recuerdo que una noche los
sonidos fueron tan intensos que salimos a la calle llenos de temor".
-"Había habitaciones en las que las puertas de los armarios se abrían y cerraban solas. Sentíamos escalofríos. Pasábamos muchísimo miedo. Nosotros no teníamos ninguna explicación lógica, ni la tenemos ahora".
Los incidentes alarmaron en un principio a los inquilinos del museo. Los prodigiosos lances no ocurrían sólo de noche, pues por el día también se desarrollaban.
Velas que se encienden solas, objetos que se mueven de sitio, sonidos de pasos en lugares vacíos … son solamente algunas de las manifestaciones que ha presenciado la familia de la Torre. Pero no solamente ellos han sido partícipes de este tipo de situaciones ya que muchos de los turistas que se han acercado hasta la casona para admirar el legado árabe han sido testigos de extrañas visiones. Entre ellas tenemos que destacar la de una señora que se marchó corriendo del museo al ver un espíritu cuando se encontraba visitando algunas de las estancias.
Todo parece indicar según las leyendas populares, que allí hubo varios asesinatos en épocas pasadas y asocian estos hechos de sangre con todos los sucesos que acontecieron en esa casa.
A raíz de estos sucesos son varios los medios de comunicación que se interesaron por el museo y que se desplazaron hasta allí para captar algunas imágenes, ajenos a lo que les depararía tan misteriosa visita. Las baterías de las cámaras de televisión de unos reporteros de “España Directo” se vaciaron nada más traspasar el umbral de la puerta del Museo a pesar de que habían sido cargadas pocas horas antes. Otro hecho curioso ocurrió cuando el hijo del conocidísimo Chicho Ibáñez Serrador fue sometido a una sesión de hipnosis en el museo y afirmó haber visto el espíritu de una mujer de raza árabe de unos cuarenta años de edad.
Desde que todo esto salió a la luz son varios los rumores de antiguas leyendas que cobran fuerza a la hora de buscar una respuesta lógica a tales fenómenos. Sin duda, la historia que tiene más peso es la que se remonta a cuando la ciudad, que había estado dominada durante siglos por los musulmanes, estaba siendo asediada por un capitán bajo las órdenes de Alfonso IX. Cuenta la leyenda que la hija del emir se enamoró perdidamente de dicho capitán y le dejaba entrar a escondidas en el interior del palacete. El emir, tras enterarse de la imprudencia de su hija, la emparedó viva en uno de los muros del inmueble. Durante la restauración del museo fueron varios los restos óseos que salieron a la luz y muchos son los que se preguntan si algunos de ellos podría pertenecer al cuerpo de la joven emparedada. ¿Será su espíritu el que campa a sus anchas por las estancias del Museo?
FUENTE : http://www.dondeviajamos.com/destino/el-fantasma-de-la-casa-museo--rabe-de-caceres
LOS GIGANTES EXISTIERON Y FUERON OCULTADOS..
Mis queridos visitantes de este vuestro Pozo de Almas, os adjunto hoy un interesante reportaje, que os dará que pensar, acerca de los orígenes de la humanidad, espero os resulte interesante, como siempre os saluda vuestro amigo de las sombras:
ÁNGELUS
HUMANOIDES GIGANTES DESENTERRADOS
De nuevo traemos un tema muy delicado absolutamente trascendental por las consecuencias e implicaciones que puede tener sobre la Historia y los orígenes de la humanidad. A lo largo de la historia se han encontrado en excavaciones por todo el planeta numerosos fósiles de seres humanoides de varios metros de altura que no corresponden con la fisionomía osea del ser humano los cuales rápidamente son confiscados y ocultados a la población. ¿Quiénes eran estos seres algunos de más de 10 metros de altura? ¿qué relaciones tuvieron con nuestros antepasados? y lo más importante ¿Por qué se nos ocultan estos hallazgos tan importantes, qué es lo no quieren que averigüemos?
¿TE ATREVES A DESPERTAR?
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Algunos esqueletos de gigantes hallados
A. Hombre moderno de hoy que tiene un promedio de aproximadamente de +/- 6 pies o 1.82 mts.
B. Esqueleto humano de 4.57 mts. (15 pies) encontrado en Turquía sur oriental a finales de los años 50 en el valle del río Eufrates durante la construcción de un camino. Muchas tumbas que contenían gigantes fueron descubiertas aquí. Esto pertenece al cuadro del fémur humano gigante donde aparezco en la foto.
C. Maximinus Thrax Cesar de Roma 235-238 D.C. Este era un esqueleto de 2.59 mts. (8 pies 6 pulg.)
D. Goliath medía cerca de 2.74 mts. (9 pies) +/- algunas pulgadas. Samuel 17:4 encontrado a finales del siglo XI.
E. El Rey Og mencionado en Deuteronomía 3:11 cuya cama de hierro era de aproximadamente 4.26 de largo X 1.82 mts de ancho (14 X 6 pies). El Rey Og medía por lo menos 3.96 mts. de alto (12 pies), aunque algunos dicen que medía hasta 5.48 mts. de alto.
F. Un esqueleto humano de 5.94 metros (19′ 6 pies) encontrado en 1577 D.C. debajo de un roble desterrado en Cantón de Lucerna (Francia).
G. Esqueleto de 7.07 mts! de estatura (23 pies) encontrado en 1456 D.C. al lado de un río en Valence, Francia.
H. Un esqueleto de 7.77 mts. (25′ pies 6″) de alto encontrado en 1613 A.D. cerca del castillo de Chaumont en Francia. Éste fue documentado como un hallazgo casi completo.
I. Casi más allá de la comprensión o la credibilidad, existe el hallazgo de dos restos humanos independientes de 11 mts. (36 pies) descubiertos por los Cártagos en el periodo del año 200-600 A.C.
Calavera Inca (Perú)
GIGANTES ENCONTRADOS EN GRECIA
Esto es asombroso. Esta en las sagradas escrituras, pero ahora más evidencia para nuestros tiempos (Génesis habla de los Nefilim, los gigantes, Goliath era un ejemplo de uno de ellos).
Prueba de la existencia de los Nefilim. (hallazgo en Grecia)
lunes, 2 de julio de 2012
EL DEMONIO DE DOVER
Durante más de veinticinco horas, en abril de 1977, una extraña criatura de otro mundo se dio a conocer en el rico suburbio de Boston, en Dover.
El demonio de Dover apareció por primera vez alas 10,30 horas de la noche del 21 de Abril, cuando tres jóvenes se dirigían en coche hacia el norte de Farm Street.
El conductor, Bill Bartlett, creyó que veía algo arrastrándose a lo largo de una pared de piedras a su izquierda. En ese momento, los faros del vehículo iluminaron algo que nunca había imaginado, ni siquiera en sus sueños más delirantes.
La criatura volvió con lentitud la cabeza y miró fijamente la luz, mostrando dos ojos grandes, sin pestañas y brillantes, “como dos canicas de color naranja” y una cara por lo demás sin facciones y sin nariz visible. Tenía la cabeza en forma de sandía y casi del mismo tamaño que el resto del cuerpo, que era delgado y larguirucho. La piel carecía de vello se asemejaba al papel de lija. Aproximadamente de 1,30 metros de estatura, había caminado inseguro a lo largo de la pared, agarrándose a las piedras con sus largos dedos.
La visión dejo sin habla a Bartlett y, unos segundos más tarde, cuando recobró la voz, los focos habían dejado de iluminar al a criatura. Sus dos compañeros, que miraban para otro lado, no la habían visto en ningún momento.
Poco tiempo después de este extraño episodio, John Baxter de quince años, volvía a su casa por Millers High Road después de de despedirse de su amiga a medianoche. Había caminado un kilómetro y medio cuando vio una figura bajita que se acercaba y presumió que era un amigo que vivía en la calle. Baxter le llamó pero no obtuvo respuesta.
Los dos continuaron acercándose hasta que la extraña figura se detuvo. Baxter se detuvo también y preguntó: ¿Quién es?. La noche estaba muy oscura, por lo que solo podía ver una sombra. Dio un paso al frente y aquella forma salió disparada hacia la izquierda, bajó corriendo a un barranco poco profundo y subió también corriendo por el otro lado.
Baxter, perplejo, siguió al desconocido hasta que llegó al barranco. Miró por encima de éste y, a diez metros de distancia vio algo que tenía el cuerpo parecido al de un mono, una cabeza como una sandía y unos ojos chispeantes. Sus largos dedos se agarraban al tronco de un árbol. Baxter se sintió de pronto inquieto y se alejó del lugar.
La siguiente persona que vio al demonio de Dover fue un amigo de Bill Barlett, Will Taintor, de dieciocho años de edad. Barlett había hablaso de aquella criatura a Taintor. Sin embargo, éste se asustó mucho cuando él y su amigo Abby Brabham vieron aquella cosa en Springdale Avenue. Su descripción coincidía con la de Barlett, salvo en los ojos, que éste decía que eran anaranjados y aquellos juraron que eran verdes.
Cuando los investigadores interrogaron a los testigos, se sintieron impresionados por la conformidad entre sus declaraciones. También se impresionaron cuando el jefe de policía, el director del instituto, los profesores y los padres de los jóvenes dijeron que éstos eran veraces y dignos de toda confianza.
Como observó uno de los investigadores, Walter Webb, al terminar su estudio del caso, “ninguno de los cuatro había tomado drogas ni bebido cuando habían visto aquello, por lo que pudimos saber… Ninguno de los personajes de este asunto hizo el menor intento de acudir a los periódicos o a la policía para dar publicidad a sus afirmaciones. Antes al contrario, sus visiones trascendieron gradualmente. En cuanto a la idea de que los testigos fueron víctimas de alguna broma, esto resulta bastante improbable.”
¿Qué eran el demonio de Dover? Algunos han sugerido que era un extraterrestre. Otros dicen que podía ser lo que los indios del este del Canadá llaman Mannegishi. Hombrecitos de cabeza redonda sin nariz, de piernas largas y flacas y manos con seis dedos. Según la leyenda, los Mannegishi viven entre rocas en los rápidos de ríos y torrentes.
domingo, 1 de julio de 2012
LA LEYENDA DE LA CALLE DEL PUENTE DEL CLÉRIGO
Allá por el año de 1649 en que ocurre esta verídica historia que los años trasformaron en macabra leyenda, el sitio en que tuvieron lugar estos hechos consignados en las antiguas crónicas eran simplemente unos llanos en los que se levantaban unas cuantas casucas formando parte de la antigua parcialidad de Santiago Tlatelolco; sin embargo cruzando apenas la acequia llamada de Texontlali, cuyas aguas zarcas iban a desembocar a la laguna (junto al mercado de La Lagunilla siglos después), había unas casas de muy buena factura en una de las cuales y cruzando el puente que sobre la dicha acequia existía fabricado de mampostería con un arco de medio punto y alta balaustrada, vivía un religioso llamado don Juan de Nava, que oficiaba en el templo de Santa Catarina. Este sacerdote tenía una sobrina a su cuidado, muy linda, muy de buen ver y en edad en que se sueña con un marido, llamada doña Margarita Jáuregui.
El tercer personaje de esta increíble, pero verídica historia que aparece a fojas 231 de las memorias de Fray Marcos López y Rueda, que fuera obispo de Yucatán y Virrey provisional de la Nueva España, lo fue un caballero y portugués de muy buena presencia y malas maneras llamado don Duarte de Zarraza.
Por decirse de familia ilustre el galán portugués asistía a los saraos y fiestas virreinales y como doña Margarita Jáuregui, por haber sido hija de afortunado caballero también tenía acceso a los salones palaciegos, cierta vez se conocieron en una de esas fiestas.
Conocer a tan hermosa dama y comenzar a enamorarla fue todo uno para el enamoradizo portugués, que indagó y fue hasta la casa del fraile situada al cruzar el puente de la acequia antes mencionada. Sus requiebros, su presencia frecuente, sus regalos y sus cartas encendidas pronto inflamaron el pecho de doña Margarita Jáuregui que estaba en el mero punto de edad para el casorio, por lo que pronto accedió a los requerimientos amorosos del portugués.
Pero don Fray Juan de Nava también indagó muchas cosas de don Duarte de Zarraza y supo que allá en su tierra además de haber dejado muchas deudas, también abandonó a dos mujeres con sus respectivos vástagos, que aquí en la capital de la Nueva España llevaba una vida disipada y silenciosa y que vivía en la casa gaya y se exhibía con las descocadas barraganas. Además tenía varias queridas en encontrados rumbos de la ciudad y andaba en amoríos con diez doncellas.
Por todos estos motivos, el cura Juan de Nava prohibió terminantemente a su sobrina que aceptara los amores del porfiado portugués, pero ni doña Margarita ni don Duarte hicieron caso de las advertencias del clérigo y continuaron con sus amoríos a espaldas del ensotanado tío.
Dos veces el cura Juan de Nava habló con el llamado Duarte de Zarraza ya en tono violento prohibiéndole que se acercara tan solo a su casa o al puente de la acequia de Tezontlali, pero en contestación recibió una blasfemia, burlas y altanería de parte del de Portugal.
Y tanto se opuso el sacerdote a esos amores y tantas veces reprendió a la sobrina y a Zarraza, que este decidió quitar del medio al clérigo, porque según dijo, nadie podía oponerse a sus deseos.
Siguiendo al pie de la letra añejas y desleídas crónicas, sabemos que el perverso portugués decidió matar al clérigo precisamente el 3 de abril de ese año de 1649 y al efecto se fue a decirle a doña Margarita Jáuregui, que ya que su tío-tutor no los dejaría casarse, deberían huir para desposarse en La Puebla de los Angeles. La bella mujer convino en seguir al galán burlando la voluntad del cura.
El día señalado estaba conversando por la ventana de la casa a eso de la caída de la tarde, cuando Duarte de Zarraza vio venir al cura, acercarse al puente sobre la acequia de Texontlali y sin decirle nada a Margarita, se alejó del balcón y corrió hacia el puente.
No se sabe lo que dijeron, mejor dicho discutieron clérigo y portugués, pero de pronto, Duarte de Zarraza sacó un puñal en cuyo pomo aparecía grabado el escudo de su casa portuguesa y clavó de un golpe furioso en el cráneo al cura
El cura cayó herido de muerte y el portugués lo arrastró unos cuantos pasos y lo arrojó a las aguas lodosas de la acequia por encima de la balaustrada del puente.
Como era de muchos conocida la oposición del clérigo a sus amoríos con Margarita su sobrina, Duarte de Zarraza decidió ocultarse primero y después huir a Veracruz, en donde permaneció cerca de un año.
Pasado ese tiempo, el portugués regresó a la capital de la Nueva españa y decidió ir a ver a Margarita Jáuregui, para pedirle que huyera con él, ya que estaba muerto el cura su tío.
Esperó la noche y se encaminó hacia el rumbo norte, por el lado de Tlatelolco...
Llegó al puente de la acequia, pero no pudo pasarlo, de hecho jamás llegó a cruzarlo vivo. Al día siguiente viandantes mañaneros lo descubrieron muerto, horriblemente desfigurado el rostro por una mueca de espanto, como espanto sufrieron los descubridores, ya que don Duarte de Zarraza yacía estrangulado por un horrible esqueleto cubierto por una sotana hecha jirones, manchada de limo, de lodo y agua pestilente. Las manos descarnadas de aquél muerto, en el cual se identificó en el acto al clérigo don Juan de Nava, estaban pegadas al cuello de Zarraza, mientras brillaba a los primeros rayos del sol de la mañana, la hoja de un puñal que estaba hendiendo su mondo cráneo y en cuyo pomo aparecía el escudo de la casa de Zarraza.
No había duda, el clérigo había salido de su tumba pantanosa en la que permaneció todo el tiempo que el portugués estuvo ausente y al volver a la ciudad emergió para vengarse.
Esto dicen las crónicas, esto contó años más tarde la leyenda y por eso, al puente sin nombre y a la calle que se formó andando el tiempo, se le conoció por muchos años, como la calle del Puente del Clérigo, hoy conocida por 7a., y 8a., de Allende dando como referencia el antiguo callejón del Carrizo.
LEYENDAS MÉXICANAS.